SAFO, CAVAFIS, POLYDOURI - JUAN MANUEL MACÍAS





Presentamos hoy, en nuestra sección «Traductores - Traductoras», tres traducciones de poesía griega a cargo de Juan Manuel Macías, que también nos ha enviado una nota introductoria.
 
 
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Lo que sigue a continuación son tres versiones mías de tres poemas en griego, distintos momentos de ese continuo que llamamos la lengua griega. Cada uno, a su manera, bien podría ser un símbolo de la fugacidad.
El primer ítem es el fragmento 16 de Safo, según la numeración, ya canónica, que estableció la edición crítica de Edgar Lobel y Denis Page (Poetarum lesbiorum fragmenta, Oxford, 1955). Pertenece a mi traducción y edición de las poesías de Safo, publicada en 2007 por DVD Ediciones. El texto original griego, como sucede con la mayor parte del corpus sáfico que conocemos hoy día, fue descubierto a principios del siglo pasado entre los papiros de Oxirrinco, en Egipto. Para el escriba que lo copió, Safo era ya tan antigua como para nosotros lo son Góngora o Quevedo. Los puntos suspensivos que he añadido al poema indican las lagunas papiráceas, donde se han perdido letras, palabras o versos enteros, por el paso del tiempo y otras inclemencias. Lo que está entre corchetes son las conjeturas o añadidos de los filólogos. Safo de Mitilene soñó este poema en el siglo VI antes de Cristo. Su lengua es el lesbio, uno de los dialéctos más excéntricos del griego.

 
El segundo texto es un poema en prosa de Constantino Cavafis (1863-1933). Un amigo del alejandrino llegó a afirmar de él en una ocasión que ni daba conferencias, ni concedía entrevistas, ni escribía en prosa. Sin embargo, para desmentir lo último, Cavafis sí escribió un considerable número de prosas a lo largo de su vida, de las que llegó a entregar a la imprenta sólo una pequeña cantidad. La mayor parte quedó inédita tras su muerte, como el presente poema, que podría datarse entre finales del XIX y principios del XX. Prosa y verso, naturalmente, no dejan de ser meros conceptos tipográficos, pero estas composiciones, tan misceláneas, tan fronterizas, tan difícilmente etiquetables, enriquecen en gran medida nuestra imagen de la poesía cavafiana. Publiqué por primera vez esta versión de Vestiduras en mi blog Las diosas y las nubes.
 
Por último, un soneto sin título de María Polydouri (1902-1930), que pertenece al primero de los dos poemarios que publicó en vida, Los trinos que se extinguen (1928). Lo publico cuando ya estaba internada, enferma de tuberculosis, en el sanatorio de Sotiría, en Atenas. El soneto es el último de una serie de seis, todos convocados bajo el título Dedicatoria, con que se da inicio al libro. Más allá de sus circunstancias vitales, de su muerte prematura, de su intensa y atribulada relación con el poeta Kostas Karyotakis, hoy vemos a María, sobre todo, como una de las voces fundamentales de la poesía griega contemporánea, dotada de una música muy personal, poliédrica, plena de matices y contrastes. Mi traducción íntegra de Los trinos que se extinguen verá la luz, próximamente, en la editorial Vaso Roto.




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[Safo, fr. 16]

Una tropa a caballo, dicen éstos; de infantes,
dicen ésos; y aquéllos, que una flota de naves
sobre la negra tierra es lo más bello; pero
yo digo que es lo que uno ama.

Y es muy fácil hacer que cualquiera lo entienda,
pues aquélla que mucho aventajaba
en hermosura a todos los humanos, Helena,
a su esposo, varón ilustre,

lo abandonó y se fue navegando hacia Troya,
y en absoluto se acordó de su hija
ni de sus padres, pues la conducía
enamorada la Chipriota.
 
... a mi ausente Anactoria
me ha hecho recordar ahora.

Quisiera ver su andar, que mueve hacia el deseo,
y el luciente destello de su rostro,
antes que ver los carros guerreros de los lidios
y a sus infantes bien armados.

(De Poesías, Safo, DVD Ediciones 2007)

 

*

 

[Safo, Fr. 16]

ο]ἰ μὲν ἰππήων στρότον οἰ δὲ πέσδων
οἰ δὲ νάων φαῖς’ἐπ[ὶ] γᾶν μέλαι[ν]αν
ἔ]μμεναι κάλλιστον, ἔγω δὲ κῆν’ὄτ-
τω τις ἔραται·

πά]γχυ δ’εὔμαρες σύνετον πόησθαι
π]άντι τ[ο]ῦτ’, ἀ γὰρ πόλυ περσκέθοισα
κάλλος [ἀνθ]ρώπων Ἐλένα [τὸ]ν ἄνδρα
τὸν [πανάρ]ιστον

καλ[ίποι]σ’ ἔβα ’ς Tροΐαν πλέοι[σα
κωὐδ[ὲ πα]ῖδος οὐδὲ φίλων το[κ]ήων
πά[μπαν] ἐμνάσθη, ἀλλὰ παράγαγ’αὔταν
Kύπρις ἔραι]σαν
 
... με νῦν Ἀνακτορίας ὀνέμναι-
σ’οὐ παρεοίσας,

τᾶ]ς κε βολλοίμαν ἔρατόν τε βᾶμα
κἀμάρυχμα λάμπρον ἴδην προσώπω
ἤ τὰ Λύδων ἄρματα καὶ πανόπλοις
πεσδομ]άχεντας.

 

***
 


 

VESTIDURAS

(Constantino P. Cavafis)


En una caja o en un cofre de valioso ébano voy a meter y conservar las vestiduras de mi vida.

Las prendas azules. Y después las rojas, las más lindas de todas. Y a continuación las amarillas. Y, finalmente, de nuevo las azules, pero éstas mucho más pálidas que las primeras.


Las guardaré con devoción y mucha pena.

Cuando lleve ropas negras, y habite una casa negra, y un cuarto sombrío, abriré de vez en cuando el cofre con alegría, con deseo, con desesperación.

Contemplaré las vestiduras y me acordaré de la gran fiesta --que, por entonces, ya estará completamente acabada.


Completamente acabada. Los muebles esparcidos sin orden por las habitaciones. Los platos y los vasos rotos en el suelo. Todas las velas consumidas hasta el final. Bebido todo el vino. Lejos todos los invitados. Algunos, cansados, se sentarán solos del todo, como yo, en casas oscuras. Otros, aún más cansados, se irían a dormir.

 

(Publicado en Las diosas y las nubes)


*

 

ΕΝΔΥΜΑΤΑ


Mέσα σ' ένα κιβώτιο ή μέσα σ' ένα έπιπλο από πολύτιμον έβενο θα βάλω και θα φυλάξω τα ενδύματα της ζωής μου.

Tα ρούχα τα κυανά. Kαι έπειτα τα κόκκινα, τα πιο ωραία αυτά από όλα. Kαι κατόπιν τα κίτρινα. Kαι τελευταία πάλι τα κυανά, αλλά πολύ πιο ξέθωρα αυτά τα δεύτερα από τα πρώτα.

Θα τα φυλάξω με ευλάβεια και με πολλή λύπη.

Όταν θα φορώ μαύρα ρούχα, και θα κατοικώ μέσα σ' ένα μαύρο σπίτι, μέσα σε μια κάμαρη σκοτεινή, θα ανοίγω καμιά φορά το έπιπλο με χαρά, με πόθο, και με
απελπισία.

Θα βλέπω τα ρούχα και θα θυμούμαι την μεγάλη εορτή - που θα είναι τότε όλως διόλου τελειωμένη.

Όλως διόλου τελειωμένη. Tα έπιπλα σκορπισμένα άτακτα μες στες αίθουσες. Πιάτα και ποτήρια σπασμένα κατά γης. Όλα τα κεριά καμένα ώς το τέλος. Όλο το κρασί πιωμένο. Όλοι οι καλεσμένοι φευγάτοι. Mερικοί κουρασμένοι θα κάθονται ολομόναχοι, σαν κ' εμένα, μέσα σε σπίτια σκοτεινά —άλλοι πιο κουρασμένοι θα πήγαν να κοιμηθούν.


***
 

 
 

MARÍA POLYDOURI

Se ha sentado la hora del otoño
ante mi puerta. Su mirada húmeda,
plena de una ebriedad que no es del mundo,
gravita sobre el campo de asfodelos.

¿Qué pensamiento brotará en sus ojos,
qué penoso delirio?
Deshojaron las sombras en su rostro
y es tan amarga su boca...

Pero, al caer la noche serena,
me llamará en silencio, dulcemente,
a acompañarla entre la oscuridad.

Su andar será seguro y sigiloso,
mas ardiente mi fe, pues en secreto
es a ti a quien mis pasos siguen.

 

(De Los trinos que se extinguen, de próxima publicación)

 

*

 




Του φθινοπώρου η Ώρα έχει καθήσει
στην πόρτα μου. Το βλέμμα της υγρό  
γεμάτο από το απόκοσμο μεθύσι,
πλανιέται σε ασφοδέλων τον αγρό.    
 
Τι σκέψη στη ματιά της νάχη ανθίσει,
τι ονειροπόλημα λυπητερό;
Στην όψη της σκιές έχουν μαδήσει     
Κ’ είνε το στόμα της τόσο πικρό...
 
Μα όταν κατέβη το γαλήνιο βράδι
θα με καλέση αμίλητα, γλυκά,         
να την ακολουθήσω στο σκοτάδι.
 
Το βήμα της βουβό και βέβαιο θάναι,  
μα η πίστη μου θερμή, πως μυστικά
τα βήματά μου σένα ακολουθάνε.



 

Comentarios

  1. A ti, apreciado Juan Manuel, debemos agradecer todos los lectores tu valiosa colaboración en esta bitácora.
    Un abrazo afectuoso

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  2. Muchas gracias a vosotros por vuestra amable acogida. Un honor estar en este blog.
    Abrazos.

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