JOSÉ ANÍBAL CAMPOS - EQUIVALENCIAS (III)
Un gesto es un haikú que no vibra con resortes de palabras. Cinco-siete-cinco: esa cadencia rítmica
en la caligrafía de un gesto esbozado por trazos musculares o nerviosos crea una cápsula de
sentido que ninguna palabra puede aprehender ni expresar, el sentido que tan a
menudo queda oculto o distorsionado tras el manto mendaz de la metáfora.
La verdad vehemente vociferada por el ebrio de ademanes feroces despierta en la
masa informe una repentina devoción por las formas, el único recurso con que ésta
cuenta para diluir un contenido acusador en la viscosidad de lo amorfo, su
medio natural.
Una nueva mirada a todo implicaría la ceguera repentina de
esa masa llamada mayoría.
Es la crema intangible de sus ojos la que rejuvenece mis
manos.
Los colectivos atrasados basan su desenfadado vivir a la zaga en la irresponsabilidad para con las palabras. Cuando a lo que se dice no se le atribuye peso alguno, las actitudes se aligeran y pueden variar de rumbo a discreción del viento, de eventuales flatulencias.
La honestidad es allí (aquí) un bien tan escaso, que ser honesto un
día, por un instante, carga de culpas al «imprudente» para toda la vida.
Sinápticas
CORTÁZAR
Decía Cortázar que lo importante en la vida era «tener proyectos».
Así, en plural. Para el argentino, no importaba demasiado que la mayoría de
esos proyectos se diluyese en la nada, lo importante era acabar, al menos,
uno. Supongo que así sucede con todas las cosas. Lo de las opciones A y B no es
solo un ardid de manuales de autoayuda. Mentalmente, vamos llenando el diario vacío
vital con variantes y contra-variantes, con listados de cosas pendientes: «Regar
las plantas de la terraza»; «llevar el gato al veterinario»; «escribir esa
carta». Tal vez uno de los focos de la locura enciende su llama cuando esos
caminos por recorrer se entrecruzan y confunden: cuando empezamos a escribirles
a las plantas, a rociar con agua al gato, a llevarle al veterinario las cartas
que nos llegan. ¿O será ello acaso el primer brote de creatividad, el inicio de
un nuevo proyecto? ¿No se insinúa ya en ese aparente caos la estructura de Rayuela?
OYENDO ORNITHOLOGY,
DE CHARLIE PARKER
Más que el remedo impresionista del trino de unas aves, como
podría sugerir el título, Parker nos lleva de la mano, en un alegre y
bullicioso desfile, a través de una galería de pájaros disecados, exhortándonos
a imaginar e imitar las voces de esas criaturas de inertes vidas rellenas de
paja, a insuflarles vitalidad con nuestra algarabía, en un alborozado gesto de
compasión.
LEYENDO LA POESÍA DE A. S. R.
No puedo dejar de ver, en buena parte de esta poesía de
pretensiones transcendentales, un misticismo aséptico y local funesto. En
ocasiones creo estar leyendo a Valente en una transparencia colocada sobre
paisaje canario. Asocio la poesía de Sánchez con el «Calatravarium», el
Auditorio de Tenerife: una «modernidad» cuestionable, de líneas de apariencia
minimalista, entre místicas y naturales, pero abigarradas en su resultado; una
modernidad egocéntrica, impostada, derrochadora de recursos y fuera de lugar.
¿Habrá una relación entre la errática voluntad «modernizadora» de la política y la «modernidad bretonizada» desde la Cátedra?
BODAS DE SANGRE
En esta poética vorágine danzaria, con su silencioso duelo
final a navaja, en un ritual fácilmente asociable al teatro japonés, se
rinde homenaje a lo pre-verbal, a lo «inverbalizable». En la escena de la
muerte de ambos rivales ante la amada, la disposición en el encuadre de los tres personajes,
vestidos en combinaciones de blanco y negro, dibuja un triángulo (amoroso) que
recuerda las teclas de un piano destrozadas por los martillazos de la vida.
Impostar, decir la
verdad, ¿cómo se mide?, ¿hay un aparato para medir cuánta verdad y cuánta
mentira caben en las palabras? (Nilo Palenzuela, Pasajes y partidas).
Estas palabras, ¿adónde nos llegan? ¿Al alma, al corazón? Es
lo que suele decirse. Pero una reflexión así, tan cierta como incómoda,
causante de tanto desasosiego, nos llega más bien como una hermosa patada en los testículos.
Es dolorosa, sí, pero nos reafirma, a la fuerza, en la necesidad de despertar. Nos recuerda
que has de intentar alzar tu cuerpo del mullido lecho de la palabrería, que
debes apartar las sábanas aparentemente pulcras (pero manchadas de
grasos sudores a veces invisibles) de la impostura.
(Los textos recogidos en la serie «Equivalencias» forman
parte de un libro titulado Fragmentaria,
en fase final de preparación.)
© José Aníbal Campos
Estupendos textos, José Aníbal; muy lúcidos y hermosos en palabra e ideas… Un saludo afectuoso.
ResponderEliminarGracias, querido Luis Fernando.
ResponderEliminarTodo un honor inmerecido que haces a estos pálidos textos que intentan "traducir" el mundo desde la mirada de estos ojos escépticos, pero que no han perdido (más bien han ganado) sentido del humor.
Un fuerte abrazo
¡Magnífico! Me gusta mucho eso de
ResponderEliminar"mi autoestima se acrecienta cuando consigo ocultarme"
Lástima que a los escritores no nos pase lo mismo, somos exactamente lo contrario.
me lo llevo a Facebook,
cariños desde Taos,
la Te
Lo que primero piensa el visitante de este blog es una informacion extensiva sobre el arte de la traducion,sus aspectos tecnicos y comerciales,etc,etc. Sin embargo lo que encontramos es una pagina dedicada a la literatura y la poesia, lo cual tiene una relacion muy superficial con la traducion, o mas bien es solamente un campo mas de la traducion.
ResponderEliminarEspero que en las proximas colaboraciones aqui se preste mas atencion a otros campos de la traducion y no solamente a lo literario.
Gracias
Buenas tardes. Me parece increíble que usted diga que la literatura y la poesía tienen una relación muy superficial con la traducción. Los traductores somos los que hacemos posible la literatura universal (palabras de Saramago, si no me equivoco). Somos los que posibilitamos que usted pueda leer obras literarias (o de otro tipo) en lenguas que desconoce, somos las personas gracias a las cuales usted puede decir que leyó a Basho, a Murakami, "Las mil y una noches", a Hafez Shirazi, a Shei Shonagon, a Murasaki Shikibu, a Firdusi, a Odysseas Elytis, a Gregor von Rezzori y a muchos otros (a no ser que usted conozca todas esas lenguas). ¿Le parece a usted poco?
ResponderEliminarHemos publicado ensayos sobre traducción, se han producido debates sobre aspectos de la traducción en los comentarios. Lo que nosotros esperamos es una lectura suya, señor, más profunda de nuestro blog.
Gracias.