GARACHICO: CENTRO, POR UN INSTANTE, DE LA LITERATURA MUNDIAL
Jornadas de pensamiento
Veamos esta foto. Lo primero que llama la atención es su ordenamiento perfecto si se la mira de derecha a izquierda y se asocia el orden con el pensamiento de cada uno de los fotografiados (eso, solo queriendo ver los términos "derecha" e "izquierda" según su antigua simbología, ya caduca y pisoteada por los propios "pensadores" de la sinistra: pensamiento retrógrado versus pensamiento liberador).
¿En qué piensa, por ejemplo, el primero, el gestor cultural, mago de las subvenciones desaprovechadas? La foto fue tomada un sábado, así que cabe suponer que piensa en la enorme tarea intelectual que recaerá sobre sus hombros al día siguiente: el lavado de los coches familiares. ¿O acaso piensa en aquella maravillosa época, tiempo bisagra, en que todavía era surfista, pero ya pensaba en dedicarse a la escritura, y trazaba en sus entrenamientos poemas sobre las olas del Médano, poemas que el mar, implacable, como en un vaticinio de su destino como escritor, borraba al instante?
¿En qué piensa, por ejemplo, el primero, el gestor cultural, mago de las subvenciones desaprovechadas? La foto fue tomada un sábado, así que cabe suponer que piensa en la enorme tarea intelectual que recaerá sobre sus hombros al día siguiente: el lavado de los coches familiares. ¿O acaso piensa en aquella maravillosa época, tiempo bisagra, en que todavía era surfista, pero ya pensaba en dedicarse a la escritura, y trazaba en sus entrenamientos poemas sobre las olas del Médano, poemas que el mar, implacable, como en un vaticinio de su destino como escritor, borraba al instante?
¿Y el otro, el asináptico, el eterno (mal) discípulo, fundador compulsivo de revistas por pura pereza mental, por ver si alguno de los poetas publicados le da por fin el lustre al que jamás podrá aspirar por sí mismo: director de Can Menor, de Bull Cane, ahora co-comisario de Pedradas al cielo, enfermizo admirador del logo de la RCA Victor, del perrito que espera la voz de mando de su amo? Su pose arrogante no es sino el modo de ocultar su deficiente química neuronal, la esterilidad innata de su palabra y de su cuerpo, el grillo que atormenta su laxo carácter, la flojera de sus manos y de sus ideas.
¿Y a su lado, qué piensa a su lado (y azulado) el de la melena? "Aquí el verdadero león soy yo", se dirá bien para sus adentros, pensando en la medianía de los que lo velan a su izquierda y que, más tarde o más temprano, por las buenas o por las malas, tendrán que admitir el relevo. Este legionario tiene tanto talento como pelo, pero aún no ha podido demostrar nada más allá de su capacidad para despeinarse, para los agudos (y esdrújulos) epigramas de ocasión, para las citas de un Benjamin mal leído, para proclamar su anhelo de sacar ojos y cortar lenguas, para liderar las precarias y fracasadas estrategias del Comando del Café Siete y aguantar horas y horas de farlópicas orgías verbales destinadas a dos o tres lectores.
Y al final, el único escritor auténtico tras la bruna mesa (curiosamente, el que menos expresión de escritor adopta), el de la palabra verdadera y llena de fuerza, el que pone ojos de irónico azoro ante auditorio tan extraño. Un misántropo con Facebook, raro y valeroso iconoclasta de sí mismo que, tal vez, ha aceptado la invitación para, en lo más hondo de sí (bien en lo hondo), burlarse de quienes una vez lo despreciaron. Y su burla se concreta ahora en la manera inusitada con la que, en la segunda de las fotos de esta serie, le prestan atención los que quieren escudarse tras su talento, los que buscan que sus nombres herrumbrosos cobren algo de brillo con el suyo. Tal vez es el único que tiene una honrosa misión que cumplir ese día en el que Garachico se convirtió, por unos instantes, en el centro de la literatura mundial: introducir a unos adolescentes en los fabularios de Borges, enseñarles a leer con inteligencia, a discernir entre la farsa y la escritura verdadera, a identificar al vuelo a los falsos literatos de provincias. Ojalá haya tenido éxito aunque fuese en uno o dos de sus jóvenes oyentes.
(En la primera foto, en un primer plano, de espaldas, como en otro terrible vaticinio, los escucha con atención el mejor poeta de Fasnia. ¡Y de Tacoronte!)
(En la primera foto, en un primer plano, de espaldas, como en otro terrible vaticinio, los escucha con atención el mejor poeta de Fasnia. ¡Y de Tacoronte!)
José Aníbal Campos
Fotos tomadas de un perfil abierto de Facebook. Hay más fotos reveladoras. Véase: http://www.facebook.com/pages/%C3%81rea-Garachico-proyecto-cultural/286659611405173?id=286659611405173&sk=photos_stream
Nil nimium studeo, Caesar, tibi velle placere,
ResponderEliminarnec scire utrum sis albus an ater homo.
-Catulo,
Ofrecemos una traducción de los versos de Catulo que cita Javier Mérida, de José María Alonso Gamo (Guadalajara, Aache Ediciones, 2004, p. 323):
Eliminar"No me importa un comino, César, serte agradable,
ni menos el que seas blanco o negro".
De la traducción de Alonso Gamo "Poesías completas" de Catulo, incluida en las obras completas del primero.
EliminarMonserrat Armas nos ha enviado esto:
ResponderEliminarEstimado Aníbal:
Tú sabes cuánto te aprecio como intelectual y sobre todo como persona (que para mí es lo más importante en este mundo de intelectuales llenos de vanidad), y todos los que leemos vuestro blog nos damos cuenta del nivel que está alcanzando, pero sinceramente creo que con este tipo de entradas se puede poner en peligro el verdadero valor del blog, que este decaiga y frene su inevitable ascenso. Es un blog abierto al mundo y no debes ponerlo al servicio de mezquindades locales que realmente a nadie importan (pese a lo agudas que son tus sátiras).
Mi consejo es que al igual que te he visto aferrarte con tus cuatro manos a la puerta de un coche ante un derrape en carretera, para poder aguantar la sensación de vértigo y de miedo, también debes hacer lo propio para ignorar las ofensas, los insultos y las amenazas veladas contra Mario y contra ti de los que son incapaces de trepar hasta vuestra cima (personal e intelectual).
Un fuerte abrazo,
Montse.
Querida Montse:
ResponderEliminarAgradezco mucho tus palabras, siempre mucho más atinadas que tu forma de conducir una camioneta en días de lluvia, por una carretera acuchillada de barrancos, sin poner el 4x4 requerido.
Tendré muy en cuenta lo que me dices, pues lo último que deseamos es que decaiga el ascenso del blog, que hasta ahora ha sido continuo.
Pero también debo decir algo: esta entrada está incluida en una sección llamada "Allegro giocoso", y es la segunda bajo esa rúbrica en dos meses y medio. Nuestra bitácora se ocupa de temas, escritores o traductores canarios en un pequeño porcentaje, y casi siempre de un modo afirmativo, dando a conocer a aquellos escritores que apenas han tenido oportunidad de darse a conocer o presentando a debate temas que siempre se han silenciado en el contexto canario.
Tienes razón, la calidad del blog ha hecho milagros: ha incitado incluso a algunos que jamás han tenido sentido del humor a practicar la sátira, con textos que parecen más bien escritos para "En clave de Ja", de la TV autonómica.
Pues de vez en cuando habrá que recordarles a ésos que sus prácticas amedrentadoras, su ejercicio del poder, su mediocridad (incluso la humorística) están siendo puestas en evidencia ante lectores de todo el mundo.
En esta misma sección de comentarios tienes un buen ejemplo de cómo se entiende y practica la cultura en Tenerife: un joven con talento para escribir, que ha sido invitado a participar en el blog con traducciones y poemas. Ha aceptado agradecido. Sin embargo, es probable que a partir de hoy ya no quiera participar, a juzgar por el latinazgo que dedica en esta entrada a mi hermano César. Eso sí, él mismo vitorea y participa de las mofas de mala calidad de sus compinches de juerga, toma parte en chats amenazantes de patio de colegio en su facebook, pero pone el grito en el cielo (en latín) cuando el que satiriza no es su amigo y lo hace con mucha mejor calidad literaria.
¿Perdería el blog su altura por un cambio en la postura de este jovencito? No lo creo.
De todos modos seguiremos esmerándonos para que entradas necesarias como ésta tengan mayor universalidad. (Para mi descargo, debo decir que en el caso específico de esta entrada, la universalidad era difícil de conseguir.)
Y en ese sentido, una vez más, gracias por tus certeras palabras.
Anibal
¿El qué está en primera fila no es Iván Cabrera Cartaya? Tengo entendido que es de Tacoronte, no de Fasnia... Quería comentártelo por si no te habías dado cuenta de tu error.
ResponderEliminarDisculpe, el que está en primera fila es Iván Cabrera Cartaya, y es de Tacoronte, no de Fasnia. Craso error, señor Campos.
ResponderEliminarGracias, señorita Sabina. Este brillante hallazgo lo cambia todo.
ResponderEliminar¿Está siendo irónico? Porque no le encuentro la gracia a cambiarle el municipio a un poeta... Bueno, a cambiarle el municipio a cualquiera.
ResponderEliminar¡Qué va, señorita Sabina! Si hasta he arreglado algo mi error. Además, como usted bien dice, hay una poesía que siempre será municipal...
ResponderEliminarAcabo de ver que ha añadido usted: ¡Y de Tacoronte!
ResponderEliminarHumor curioso, señor Campos, desde luego, será que estoy yo fuera de algún tipo de meta broma poética, en la parra que dirían algunos.
Jaja. Señor Campos, es usted chanante. Yo no he dicho eso en ningún momento. En todo caso, como usted bien ha dicho esto fue un evento de calidad mundial. ¿Quién decía aquello de "de la regionalidad llegaremos a la universalidad"? No lo recuerdo, soy mala citando. En todo caso, me llama la atención que, intentando ser irónico, haya puesto al señor Barreto tan por las nubes pues con tan vasta cabellera debe ser mejor poeta que Rilke. Y ahora tenemos al señor Cartaya que gracias a usted es también el mejor poeta de Fasnia. Debería hacerse una autolectura, así, con boquita piñonera, o bien apagar esto un rato y poner un retrospector, que están muy divertidos, para que vea lo que es el humor municipal cuando uno le saca provecho.
ResponderEliminarY ya que yo soy una pobre vagabunda que se ha topado con este simpático blog, ¿qué ha hecho usted por la literatura municipal - regional - nacional - mundial? Si puede saberse claro... A lo mejor es que está usted bajo secreto sumarísimo.
Un saludo señor Campos, como digo, me parece un hombre chanante.
Es usted una magnífica lectora entre líneas, señorita Sabina. Le animo a que siga indagando en los archivos municipales, se llevará usted gratas sorpresas. En cuanto a mí, toda mi obra está en este blog. Lo siento, no hay más.
ResponderEliminarPues dedicaré mi febril convalecencia a indagar en su blog. Gracias por el cumplido señor Campos, y yo le animo, como dije, a que usted vea algunos Restrospecters, que son la mar de divertidos y regionalistas pero mundiales. Siento que su obra no haya podido ser completada con el grato aroma del papel, pues siempre es, para alguien que ama la lectura, un deleite el pasar las páginas de una obra y poder degustar (desacierto de palabra que espero me permita) su aroma.
ResponderEliminarSolo (cumpliendo con la nueva raística normativa) decirle que el acto, al que asistí y que fue como llegué a este blog, estuvo interesante y creo que la sátira está bien, pero no en vano me gustaría dar un voto de favor por quienes se sientan detrás (y quienes observan tacoronteando o fasniaseando) la bruna mesa.
No sé si está usted acorde o en desacuerdo, ya que su ironía y sarcasmo municipal o del ámbito que usted haya querido darle se me escapa entre los dedos en ciertos momentos en los que siento que el círculo está cerrado como el Súper Hexagon cuando llegas al borde más tarde de lo permitido.
Señor Campos, seguiré su obra, y sus críticas a la obra y exposiciones ajenas de otras obras u otroras obras. En todo caso.
Y ahora voy a terminar mi vaso de leche que la gripe parece acuciar mi destino en este terrible jueves de la marmota.
Un saludo cordial, Sabina.
Por alusiones:
ResponderEliminarY de buen grado sigo aceptando su invitación, haciendo valedero mi compromiso; pues soy hombre de palabra y no de "palabras", como ha usted intentado sugerir, querido Aníbal. Y sobre todo de actos. Lo que me entristece es que ponga las sí sus "palabras" y su talento al servicio de esta basura de crítica con "bufonadas" del calibre que me he molestado (en todas sus acepciones) en leer, pues sigo con interés y entusiasmo este blog (ahora ya no sé cuánto). De hecho, si se me permite a mí soltar una bufonada podría decir (sobre todo porque sé que le gustan a usted estos juegos verbales), que de seguir en su órbita de la descalificación burda y ANTILITERARIA, sin rigor, sin conocimiento y con pésimo sentido de la educación, propondría un cambio en el título de su blog: ¿Que tal HARTE-SATANÍAS? Si al final se permiten ambos, mi querido Mario y usted, mi querido Aníbal, convertir este blog en otro sumidero, pues la verdad, no pierdan más el tiempo y HÁGANLO. Ya me encargaré yo de seguir mi caminito.
Atentamente.
Querido Javi:
EliminarLa invitación sigue en pie, aunque no estés de acuerdo con algunas cuestiones que publicamos en nuestro blog. Aquí no somos sectarios ni amigos de los palimpsestos.
Rigor y conocimiento en la sátira de Aníbal hay de sobra. Lo que ocurre es que has publicado en Léucade y solo nos criticas públicamente a nosotros, ya sea porque te conviene para un futuro editorial más luminoso (por cierto, permíteme felicitarte por tu último libro en Idea, lo vi esta mañana en Lemus) o porque prefieres mantenerte al margen para no enfadar a alguno de tus amigos. Estás en tu derecho, faltaba más.
No has perdido un ápice de ingenio. Lo digo por el nuevo nombre que has ideado para nuestro blog, en la estela de tu graciosa expresión "Satán María del Mal". Pero si no te importa, el nombre y los contenidos del blog los decidiremos nosotros. Si lo consideras un sumidero, no lo leas. Seguiremos escribiendo este tipo de textos, no te quepa la menor duda. Y estaría bien que explicaras lo de "ANTILITERARIA". Una descalificación puede ser perfectamente literaria. Hay muchos ejemplos en la historia de la literatura mundial. Y el texto de Aníbal me parece una magnífica muestra de literatura satírica. Espero que al escribir "ANTILITERARIA" no te hayas dejado llevar por la amistad sin detenerte a valorar la calidad del texto (eres perfectamente capaz de escribir un texto objetivo).
No he leído, corrígeme si me equivoco, ni una crítica tuya (con nombres y apellidos quiero decir, porque sí te has mostrado crítico, aunque de manera bastante taimada) de algunos comportamientos de los escritores a los que criticamos. Hemos expresado nuestras diferencias dirigiéndonos directa y públicamente a ese grupo de escritores (justo lo que no les gusta). No utilizamos textos alegóricos (que cada uno critique como quiera, por supuesto).
Por tanto, utilizas en mi opinión un doble rasero. Tras expresar en público tu desacuerdo rotundo con Aníbal y conmigo, yo espero que tu sinceridad sea completa y critiques de manera tan expeditiva (porque lo has hecho, pero has pasado de puntillas para evitar susceptibilidades entre algunos amigos tuyos) las opiniones de otros, le moleste a quien le moleste. Eso se llama honestidad intelectual.
Te expresas ante nuestros textos con una magnanimidad que, francamente, no veo en las taimadas críticas a las que me refería antes.
Un abrazo.
Querido Mario,
EliminarAfortunadamente, me precio de ser alguien que lava sus trapos en casa, y que las cosas que tengo que decir y que contrastar las cotejo, tarde a lo mejor, con las personas a las que como dices tú "taimadamente" lisonjeo luego en distintos foros. No obstante, querido Mario, en ningún momento he descalificado personalmente a ninguno de los dos. Se trata simplemente de que no veo que un texto de este tipo y, reitero, sin rigor crítico y, por ende, ANTILITERARIO, es decir, EN CONTRA DE todo atisbo que refiera a lo literario de las obras de los escritores en cuestión, me parece inapropiado y disonante. La descalificación (o descalcificación) personal a través de estúpidas y pretendidamente elocuentes diatribas que flaco favor hacen, no sólo a la LITERATURA, sino también a los que la disfrutamos, al margen de estas MIERDAS (o EXCREMENTOS) que ya está bien de faltar por el mero hecho de faltar. Honestidad intelectual no es insultar, la honestidad intelectual, si existe, consistiría, en tal caso en otra palabra más mundana, quizá, COHERENCIA.
Gracias y perdonen.
Y ya está.
Un saludo cordial para usted también, estimada Sabina, y siga dando esas pruebas de amor a emilios y sinclaros, que han tenido sobrada ocasión de oler aromas de libros propios subvencionados, sin que esa sensación les mejore el olfato para la buena literatura.
ResponderEliminarQue se mejore.
En cuanto a lo que dices, Javier Mérida. Me alegra que sigas teniendo interés en aceptar la invitación que te hemos hecho. Eso sí, permíteme que dude algo de tu palabra, pues tu doble rasero, al que me refiero en mi comentario, para juzgar determinadas cosas (para juzgar como mala educación lo que yo digo, sin ápice de grosería, y no juzgar como mala educación las burdas mofas de la impotencia) no me resulta fiable. Pero eso, claro, no tiene nada que ver con algunos de tus poemas, que nos gustan. Nos pensaremos tu propuesta, pero seguro la mejoraremos.
De todos modos, te honra que firmes con tu nombre y no involcres a tu prometida en las respuestas.
Un saludo afectuoso
Anibal
Querido Aníbal,
EliminarGracias por tu generosidad y afecto.
En este caso, el que va a callar, no otorga.
Un abrazo.
Querido Javier:
EliminarAhora estoy sumamente cansado, de modo que te responderé mañana como merecen tus comentarios y el valor literario y humano que sigo intuyendo en ti, que ya me sorprendió muy gratamente cuando nos conocimos en la lejana isla de Tenerife.
Buenas noches.
Ah, no, pero tampoco hace falta... A mal entendedor pocas palabras faltan...
EliminarYo es por no perpetuar lo imperpetuable... lo inútil, no sé... Si usted se divierte, bien... Si no... pues también...
Un buen abrazo...
K.
Más bien santo que sin, repase usted su etimología señor Campos. Gracias por sus deseos de mejoría.
ResponderEliminarSeñor Campos,
ResponderEliminar¿De verdad usted cree que yo no soy capaz de escribir una cosa tan simplona por mi misma? Me infravalora. El señor sanclaro, si es que ha decidido llamarlo así en su aburridérrimo cotillerismo no está al tanto de estas, mis andaduras, por esta, su bitácora. Yo, ni soy filóloga, ni pretendo serlo, ni soy poeta, ni pretendo serlo, soy más bien una persona con sentido del humor, un tanto poco gracioso y oscuro, pero con sentido del humor al menos. Sólo espero que sepa que firmo con mi nombre todo lo que escribo y el día que alguien escriba con él, será porque me ha craqueado la cuenta, así que no esté pensando usted cosas rebuscadas más allá de que me he querido reír un rato con usted, y sí, con y no de, porque me ha hecho gracia su entrada habiendo asistido al evento.
Pero no tolero que se piense que alguien escriba en mi nombre. ¡Faltaría más! ¡Yo he entrado aquí a hablar de otros! Señor Campos un poco de consideración, que soy una persona humana, o eso me han dicho, válgame mi Dios Pastafarista.
Estimados José Aníbal y Mario
ResponderEliminarEstudié en la Universidad de La Laguna y tuve la suerte de conocer gracias al poeta Rafael-José Díaz la revista Paradiso y la antología La otra joven poesía española. Ahora ha sido una sorpresa muy grata dar con vuestro blog, por el que les felicito muy sinceramente. Ya no vivo en Tenerife y por eso no estuve presente en el acto poético celebrado en la inolvidable Garachico. No tengo idea pues del valor literario del mismo. Sí que me llama la atención lo que dice Javier Mérida, en el sentido de que vuestra entrada es "antiliteraria" por ir "en contra de". Caramba, por ese camino toda la literatura del libelo de la Ilustración o de la diatriba dadaísta, o los mismos poemas de Luis Cernuda, sería objetos de escritorio.
Felicidades por vuestro blog y mis cordiales saludos.
Estimada Meritxell:
ResponderEliminar(Como mi respuesta es algo extensa, la divido en dos partes)
I
Ante todo, gracias por su comentario. Coincido con usted en que buena parte de la mejor literatura universal proviene del género satírico, fomentado por autores a los que, muchas veces, les costó cara su maestría para trazar retratos grotescos de sus contemporáneos, para mofarse de las circunstancias sociales o culturales de su entorno. De ellos, de los que intento aprender cada día, no soy más que un mediocre alumno. Aparte de lo que usted ya menciona, por ahí andan todavía, en grandes y repetidas tiradas, los libros de Rabelais, de Swift, las puyas de Góngora contra Quevedo o Lope, los "Procesos groenlandeses" de Jean Paul, tan detestado por el «asesor privado» Goethe (modelo de literato déspota, por largos años omnipresente y omnipotente en la vida cultural-política del pequeño Estado de Weimar); más recientemente, están por ahí las novelas de Bufalino o las magistrales novelas satíricas del gran Gregor von Rezzori, cuyo "Edipo en Stalingrado" (por hablar del ejemplo que mejor conozco), hace desde la sátira una radiografía de esa mentalidad alemana que propició la victoria del nazismo, un tema del que hablaremos pronto en este mismo blog.
El joven Mérida (que en su primer comentario emplea un texto clásico del epigrama satírico: una puya de Catulo contra Julio César) incurre en otro error: exigir a mi mediano divertimento la seriedad de un ensayo. ¿Desde cuándo se ha visto que una sátira tenga que recurrir al «análisis literario» o académico para llegar a sus fines? La exigencia, sino fuera tan hilarante por sí misma, podría tomarse como una original propuesta: la de crear un nuevo género (la «ensayátira», mezcla de ensayo y de sátira, o la «tratadodia», mezcla de tratado y parodia). Pero no creo que haya que tomarse tan "a la meridiana" la intención literaria del jovencísimo y talentoso Mérida. Jamás se le ha visto alzar la voz para exigir seriedad intelectual a otros textos pretendidamente satíricos (pero de mucha peor calidad literaria), de sus amigos o mentores. Véase este ejemplo: http://lagalaxiaamediodia.tumblr.com/post/42093070764/de-aforismos-economico-sociales-de-alvarito-jun. De ahí que, en su caso, yo hable de un dudoso «doble rasero».
(Continuará...)
II
ResponderEliminarPero permítame ponerla algo al día, ya que ha mencionado usted a Rafael-José Díaz. Este poeta, narrador y traductor fue el más aventajado discípulo del profesor Andrés Sánchez. En algún momento de su evolución como escritor, Díaz empezó a buscar un camino literario propio, y en algún momento ese afán de independencia, unido a otras circunstancias, le llevó a romper definitivamente con el entorno «sanchyzta». Ahí tiene usted un buen ejemplo en Canarias de alguien que, viniendo de un canon literario muy estricto –un canon hasta cierto punto cómodo, con delimitaciones pulcramente trazadas, un canon, además, sustentador de un terreno seguro que poco o nada estimulaba las búsquedas propias de los discípulos en lo literario, o quizá, solamente, las búsquedas "à la boy scout", a través de un terreno ya marcado de antemano—, empieza a cultivar de repente la parodia y la sátira(a veces con mejor fortuna que otras), a arremeter, a través de ese género, en contra de su entorno cultural, en especial en contra de cierto dogmatismo literario que él conoció en propia carne. Lo suyo le ha costado. Tiene usted buenos ejemplos en su blog Parodias y profanaciones, y, por mi parte, le recomendaría dos textos que tienen para mí (y para varios lectores de Rafael-José Díaz), una relevancia más allá del mero divertimento literario: «Coro de castrati» y «Del decálogo Confluencia». Resumiendo, podría decirse que en el primero se pone al desnudo la monotonía palpable en toda una manera de escribir poesía, por parte ya no solo de autores, escribanos y escribientes de la misma generación de Díaz, sino también de otros bastante más jóvenes. En el segundo, Rafael-José Díaz arremete contra las prácticas sectarias de concebir la defensa de un tipo de literatura, la que es del gusto de un grupo reducido de literatos cuya «obra» (tal y como ellos, gravemente aquejados de «curriculitis», suelen decir), solo se sustenta en cuatro, cinco, en diez o doce libros publicados prematuramente en muchos casos, en una época en la que, en Tenerife, cualquiera que ensamblara tres o cuatro frases parecidas a versos, un par de yambos provocadores de suspiros o fruncidos seños, recibía una subvención pública para su librito. De ahí que ese placer que han tenido muchos en meter las narices entre las páginas de un libro propio nada haya hecho para mejorar su olfato literario. Ni siquiera para diversificarlo.
En otro momento le seguiré contando más, estimada Meritxell. Por ahora, y para que siga usted poniéndose al día sobre el entorno cultural lagunoso, me complace recomendarle la entrevista, publicada en esta misma bitácora, a otro autor tinerfeño: José Carlos Cataño.
Un saludo cordial,
José Aníbal Campos
Estimada Meritxell:
ResponderEliminarAl principio de mi comentario, mencionaba las puyas de Góngora contra Quevedo o Lope, pero tampoco hay que olvidar las que llegaban desde la otra parte. Recordemos este delicioso ataque de Quevedo contra Góngora:
Quien quisiere ser Góngora en un día
la jeri (aprenderá) gonza siguiente:
fulgores, arrogar, joven, presiente,
candor, construye, métrica, armonía;
poco, mucho, si, no, purpuracía,
neutralidad, conculca, erige, mente,
pulsa, ostenta, librar, adolescente,
señas, traslada, pira, frustra, harpía.
Cede, impide, cisuras, petulante,
palestra, liba, meta, argento, alterna,
si bien, disuelve, émulo, canoro.
Use mucho de líquido y de errante,
su poco de nocturno y de caverna,
anden listos livor, adunco y poro;
que ya toda Castilla con sola esta cartilla
se abrasa de poetas babilones,
escribiendo sonetos confusiones;
y en la Mancha pastores y gañanes,
atestadas de ajos las barrigas,
hacen ya soledades como migas.
En una ocasión, en este año y medio que llevo intoxicándome con el estudio de cierta "literatura canaria", pude leer un documento en el que uno de los más connotados robaynitas (y uno de los menos talentosos), proclamaba esto como principio de TODA poesía:
"Rima, rima, cuenta y estrofea".
Que vasta cultura posee usted, señor Campos, ¿Tuvo tiempo de ver algún capítulo de Retrospecter como le recomendé? Creo que su humor le hará gracia, tiene una fina ironía y un alegre intellegere. Le recomiendo por ejemplo éste: http://www.youtube.com/watch?v=9QqygfGrK44 para que se distraiga usted un poco también, hombre de díos, que no todo son pastores de Virgilio en esta vida.
ResponderEliminarCon amables propósitos, Sabina
Me apabulla usted, estimado José Aníbal. ¡Me obliga a tomar nota! Pero he ido al enlace que me sugiere y he visto ese tipo de poesía al estilo del profesor Sánchez Robayna. Una palabra debajo de otra, las pobres. De Rafael-José Díaz me he hecho con la poesía editada por La Garúa, La Crepitación. Y cierto es que se ve la huella del profesor Sánchez Robayna, ese sí y sí, casi temblando no se sabe por qué, una palabra debajo de la otra, otra vez, lo siento. Pero me parece que gana con los últimos libros. Tendría que ser lo normal, ¿verdad? Quiero decir que a partir de cierta edad cada cual debería seguir su propia andadura, sin grupos de apoyo ni esas cosas. Porque ya son mayorcitos, me parece. Le repito que contáis con un blog magnífico en el que hay mucho para aprender. Tomo nota por ejemplo de ese autor tinerfeño, Castaño. Con mi gratitud y mi afecto, Meritxell
ResponderEliminarEstimado José Aníbal:
ResponderEliminarIndependientemente del valor literario y cultural de la sátira de Quevedo, y de mi admiración y diálogo constante con su poesía, era la peor persona con la que uno se podría topar de frente o de lado.
"Una sátira del entorno cultural y literario", sinceramente no lo entiendo, si aquí se dice como no cultural, incluso como obstáculo a la cultura, "¿para qué le llaman cura/ si es la misma enfermedad?". O es que en vez de ir "por el estrecho de Gibraltar" se pretende ir por el "estrecho de Colibre", como diría el gran Góngora (al que también estudio). A mí me parece bien que usted escriba sátiras o libelos. Lo único que añado es que cuando hay un mal (como yo también creo), no hay que caer en ese mismo mal, pues el viento esparce ESO y su consecuente oposición (perdona por darte una visión no "lacaniana"). Dejemos que cada cual asuma su loza y si quieren ser Sísifos que lo sean. En cuanto a las subvenciones, "sanseacabó" (claro, antes la tarta era más grande), y actualmente a mí me sonrojan más hechos del entorno cultural relacionado con ciertas editoriales independientes no ultraperiféricas. Y aquí ustedes: "si son galgos o podencos"...y al final vendrán los canes y devorarán a los enfervorecidos gazapos, aunque algún gazapo haya tenido la razón. Te aseguro que esto es así. Ya en muchos círculos extranjeros se mofan de estas peleas entre "canarios" y más de una vez he sentido vergüenza ajena.
Te habla una persona que "rompió filas" hace mucho tiempo, desde que acabé mis estudios universitarios. De algunas de las personas que mencionas o comentan he leído algunas cosas muy buenas, otras no tanto, pero esa es sólo mi opinión. Pues sí, yo también escribo libelos, y no a los llamados vástagos, sino al epicentro, a ver si se "ponge morruto", rizando el rizo y "escriviviendo".Eso si que fue un descargue, por tal motivo me lo quedé para mí sólo.
Un abrazo a todos, parafraseando al amigo Eduardo Rojas, desde este lado de la vida.. Y buen domingo.
Estimado Antonio:
ResponderEliminarGracias por tu comentario, que es atinado en su esencia, pero que empieza poniendo un ejemplo concreto que podría, sin pretenderlo seguramente, condicionar todo lo demás. No todos los que han escrito sátiras son malas personas, ni todas las sátiras repiten y reproducen un mal de fondo.
Me parecen mucho peor el silencio, la doble moral, el mirar para el otro lado, el ninguneo, etc., etc.
De todos modos, tendré en cuenta tus recomendaciones en la medida de mis escasas posibilidades.
Un abrazo también para ti
Estimada Meritxell:
ResponderEliminarMuchas gracias por sus comentarios. El problema por estos lares es que escritores que han estado ejerciendo de manera tiránica sus influencias, léase Sánchez Robayna et al. (y con et al. me refiero a algunos de los paradisíacos originales: Francisco León, Alejandro Krawietz; y de los que se han ido añadiendo al grupo: Isidro Hernández, Alejandro Rodríguez-Refojo o Sergio Barreto, que pretenden hacer lo mismo que su maestro insular, es decir, ejercer esa influencia única en lo que se escribe por aquí) se han encontrado con una oposición estructurada.
Dicho "et al." (porque son gregarios y solos no funcionan) está muy mal acostumbrado, porque hasta ahora nadie le había criticado de la manera en que lo hemos hecho Aníbal y yo: directamente, nombrándolos cuando era preciso. Y como tienen la epidermis muy delicada, de inmediato se sienten víctimas de inefables conjuras y persecuciones (convirtiendo una crítica literaria en algo personal), a la vez que nos insultan de la manera más virulenta (aunque raras veces se atreven a hacerlo directamente). Como muestra, un botón, del blog de Francisco León (el que sin dura más insultos profiere y el que más perseguido se siente): http://lagalaxiaamediodia.tumblr.com/post/44219381742/para-antes-de-morir-f-leon. Ahora compárelo si le apetece con los textos satíricos de Aníbal aquí publicados o con, por ejemplo, mi ensayo sobre el taller de traducción de Sánchez Robayna, primera entrada de este blog.
Me extraña que un escritor como Javier Mérida, muy próximo a la tradición del humor ingenioso y de los inacabables juegos de palabras (creo que es un rasgo característico y estupendo de parte de su obra poética) se indigne por este texto satírico de Aníbal, lo que prueba que el humor, en el caso de su relación con amigos paradisíacos, solo puede ir en la dirección que él controla. Yo creo que calificar de "estúpidas" unas diatribas, como él las llama, entra dentro de la categoría del insulto.
Saludos.
Estimado José Aníbal:
ResponderEliminarMis disculpas por si, habiendo partido de tu último comentario, te has sentido aludido o te he llevado a confusión.
En absoluto, compañero. Nio hay nada que diculpar. Solo quise puntualizar lo que dije, pues creo que el ejemplo específico de don Francisco no invalida para nada el maravilloso género de la sátira, literariamente muchas veces más difícil que las jeremiadas o los cantos elegíacos. En este blog pretendemos también dar una buena muestra de textos satíricos (¡de autores internacionales, vaga la aclaración!), que tal vez consiga ilustrar mejor lo que puede significar en determinados contextos esclerotizados el aire vivificante de la parodia.
ResponderEliminarMario y yo buscamos textos, entrevistas o poemas que hagan honor a dicho género.
Un saludo
Como la señorita Meritxell Capdevila (a quien no tengo el gusto de recordar de mis años laguneros) ha tenido a bien mencionarme y Aníbal Campos, en su respuesta, ha recordado algunos de los hitos de mi modélica trayectoria literaria, quisiera aclarar un par de cuestiones. En primer lugar, no creo haber sido el discípulo más aventajado de nadie. En los años en los que estudié, compartí (¡húmedas, vetustas!) aulas laguneras con compañeros que posteriormente han desarrollado una muy brillante actividad docente en universidades africanas, europeas y norteamericanas de gran prestigio. En segundo lugar, ha habido muchas y muy variadas personas de las que he aprendido y a las que he considerado referentes en distintos momentos de mi vida. No creo que, con más de 40 años a las espaldas, tenga que seguir recordándoseme toda la vida el período juvenil en el que escribí "bajo el influjo" de determinado poeta tanto entonces como hoy bien conocido. Pasados aquellos años, mi vida dio muchos tumbos, las lecturas se multiplicaron, los referentes se diversificaron, las propuestas y los intereses se transformaron. Conocí a escritores o artistas con los que he tenido relaciones mucho más largas y fructíferas. Ojalá que, como dice Meritxell, en los últimos libros reunidos en "La crepitación" se escuche algo de lo que aprendí a lo largo de aquellos años. Quizá incluso en los primeros libros, si se leen sin muchas anteojeras, se pueden rescatar algunos balbuceos. Y, si no, habrá que esperar a que se publique algo nuevo para ver si algo se salva. Pero dejemos de hablar de mí. Solo quería responder a las dos alusiones.
ResponderEliminarEn cuanto al texto de Aníbal sobre el encuentro de Garachico Garra Chica, ¿por qué rasgarse las vestiduras ante una sátira como esta? Uno puede estar más de acuerdo con unas partes que con otras, considerar que se le fue la mano en alguna alusión, pensar que los elogios a Sergio Barreto son desmedidos o que los denuestos a Krawietz y León son excesivos. Así es Aníbal: desmedido y excesivo. Defiéndanse los afectados y punto. Ríanse de las risas o lancen sus puyas ingeniosas, que foros para ello, ateneos, revistas o casas de piedra no les van a faltar. ¡Pero si es que hay que reírse de toda solemnidad, hay que fustigar todo dogma, hay que descuajeringarse de lo apoltronado y de lo que resucita al cabo de 15 años como quien no quiere la cosa! ¿Otra vez "Piedra y Cielo"? ¡Por favor! ¿Y no es irrisorio y lamentable un encuentro en el que el 75 por ciento de los componentes figuran en el comité de dirección de la misma revista? ¿Entonces para qué invitamos, para escuchar lo que queremos escuchar? ¡Por favor! Como bien se ve, ustedes, señor Krawietz, señor León, señor Barreto, no representan ninguna "corriente crítica generosa", tal y como afirman en la presentación de su re-revista. Llevan toda la vida --salvo Barreto, que acaba de incorporarse pero apunta maneras-- haciendo revistas que no son más que copias las unas de las otras, malas copias, sí, de la Ur-Revista, creyéndose paladines de una modernidad que caducó hace no se sabe cuánto y herederos de unas vanguardias que están más que chamuscadas en la noche de los tiempos. Y, mientras tanto, mientras el tiempo pasa y Mario Bellatin, Alejandro Zambra, León Félix Batista o Sandra Santana, por poner solo un par de ejemplos, desde diferentes lugares de nuestro idioma, renuevan la lengua, inventan, se arriesgan, estudian, se niegan o se desdicen, mientras ocurre todo esto, ustedes, anquilosados en la misma batallita de hace veinte años --sí, no lo olvido, aquella que compartimos-- regresan una y otra vez a las pesadas mesas de los grandes discursos y a la implacable fidelidad a los sempiternos orígenes.
Querido Rafael:
EliminarGracias por tus puntualizaciones. Sobre si soy "desmedido" y "excesivo", copio y pego lo que parece ser la reacción a mi sátira de uno de los retratados en el texto sobre Gararicho. Aunque algunos amigos me han aconsejado que no lo publique, creo que es necesario darlo a conocer en este foro. Porque esta persona, Sergio Barreto Hernández, será quien presida nada menos que la Sección de Letras del prestigioso Ateneo de la Laguna. Parece inconcebible que una escritora de prestigio como Elsa López haya podido calificar a este personaje como una especie de guardián de la buena poesía en Canarias. Este señorito escribía hacia unos días en su blog la necesidad de que existiesen "cuchillos que limpien la lengua de los hombres y, en algunos casos, la cercenen".
Aquí les dejo esta "joya" que, aunque parece fundamentalmente dedicada a mi persona (el único firmante de la sátira), mienta la madre, parece arremeter contra amigos y escritores que no han hecho sino apoyar este blog o expresar libremente su opinión, o contra mi propio compañero Mario, en un insulto inconcebible. Tiene un poco de todo: grosería, homofobia, xenofobia, soberbia de quien empieza a lamer las mieles de cierto poder. Bien mirado, es un retrato de la mentalidad de este chico:
Rap para las ínfulas caníbales
Mi jodido estilo se come tu fly,
con mosca te lo digo,
mosca cojonera:
menéame el nay,
ey, que no te enteras
con tu puro maltrecho,
con tu culo mal hecho.
Que los que son como tú
me caben entre espalda y pecho
sin moverme la melena,
sin patria ni bandera,
solo aquí con la peña,
comiendo techo, improvisando,
ey, rimando sangre,
pensando en tu puta madre.
Que no, que no te ofendas,
vete, gilipuertas,
a la puta nevera,
descongela tu flo,
cacasena traicionera,
que estás más desfasada
que la maldita bandolera.
Tú, tu roberta,
tu muñeca y tu pistolera,
se las pasa el master
por donde quiera
y si tengo que escupir hago puaj
y lo hago en tu puta coctelera,
puaj, a mi manera.
Luego dices que me vendo,
pues claro que me vendo, vieja,
al cabrón que me saque la billetera,
a la zorra que me la chupe
cuando yo quiera.
Mi generación se jodió
por tu oscura cabeza melonera.
Que tú vas de truhán,
pues yo voy de señor,
aunque todos se las den
con su puta pose de pensador.
Sabes muy bien
que mi naturaleza es ser mejor
y defeco, con ritmo de Rimbaud,
sobre tu rancia calavera, ey,
que no te enteras.
Poeta lo serás tú, ramera,
y tu guarra MARIO-neta pendenciera;
yo me quedo en el barrio
recolectando versos sin poema
y fumando primavera.
Si quieres mierda ven a mi calle
que aquí se maneja
y le damos duro, como Vallejo, a los horteras,
que no te enteras, puaj,
cuando se la comes a la Rafaela
y dices que eres libre, vieja,
para decidir con quién te acuestas
y a quién se la restriegas.
Cierra, ahora, tu sucia cremallera
que yo hago surf, chaval,
sobre las olas de Vietnam,
sobre tus libros de alemán
y en las estampas del Japón,
enano Pinypon.
Y con mosca te lo digo,
mosca cojonera:
me corro en las cortinas
de tu mierda de casa habanera
y te miro en la revistas, puaj,
con tu careto de mamey.
¿Qué te crees, que sigues siendo el rey?
Dile a tu podrido corazón
y a tu barriga de glotón
que se dediquen a otra cosa,
que con eso de la prosa
eres una niñata viciosa.
Ey, y no te ofendas, makafly,
que no digo la verdad,
que yo sólo digo lo que quiero
y te digo con mi rap
que yo le tomo el relevo,
el pulso y la cartera
al primer gilipollas que me mire
como si antes de él nadie supiera
lo que es una pistola en la guantera,
un texto de Rezzori o un poema
escrito a la sombra de una tunera;
que llegaste tarde, vieja,
mal y pronto te creíste concretera
y ahora sólo mueles con tu boca,
mosca cojonera, las quimeras
de una isla más antigua
que tus putos prejuicios de portera.
Y que mis comas, mis haches y mis tildes
se la metan por el ano
todos esos escritores a los que tú,
marrano de primera,
les das la mano, ey, sin lavártela siquiera.
¿Ha quedado claro, mosca,
mosca cojonera?
Me parece gravísimo que la persona que figura como presidente de la sección de letras del Ateneo de La Laguna se dedique desde su blog a insultar, con alusiones machistas, homófobas, mentando a la madre, con referencias xenófobas, etc. He enviado a la página del Ateneo en facebook ese asunto. Así, por lo menos, que Elsa López o quien quiera que haya incorporado a Sergio Barreto Hernández a la junta directiva del Ateneo sepan qué clase de elemento dirige ahora las actividades literarias de una entidad que, no por errática o casposa, deja de tener cierto prestigio y cierta importancia para la vida cultural de Tenerife.
ResponderEliminarEn los últimos dos meses Sergio Barreto Hernández ha participado en no menos de 10 actos literarios entre Tenerife y Gran Canaria. Teniendo en cuenta el erial pavoroso en que esas islas se convirtieron desde hace mucho tiempo para la literatura, no deja de asombrar la presencia proliferante de este señor en todo tipo de foros. Ahora sabemos que su juego consiste en ocupar posiciones de poder para desde ellas --centinela emboscado en su atalaya-- atacar con sus insultos barriobajeros y asquerosos a quienes se han atrevido a cuestionar públicamente sus prácticas capciosas y las de sus compañeros de secta, los emails colectivos que en su momento envió para difamar a otro de sus críticos (un servidor), su más que sospechosa capacidad para seguirle el juego tanto a personajes mediocres e histriónicos como Samir Delgado como a la supuesta "flor y nata" de la poesía "insular" representada por los creadores y recreadores de la revista "Piedra y Cielo".
En el caso de Sergio Barreto Hernández se juntan varios problemas que acaban dando como resultado patético el tipo de "texto" rapero que ha dado a conocer. En primer lugar, una profunda ignorancia camuflada con supuestas lecturas, retazos de citas mal entendidas que se recrean en aforismos grandilocuentes que este "autor" vende como fragmentos magistrales de sus --aún inéditas-- obras completas. En segundo lugar, una desorientación de difícil rescate que lo lleva a dar palos de ciego, a participar en todo tipo de encuentros sin criterio alguno, a demostrar sus fidelidades más recalcitrantes para conseguir migajas de atención y a desbarrar del modo más grosero --como acabamos de ver-- cuando alguien se atreve a poner en entredicho sus prácticas. En tercer lugar, a estas dos características del personaje se une su ambición desmedida, su afán por estar presente en todo tipo de saraos y de poner la patita en instituciones que él cree el no va más de la revelación terrenal de lo sublime; esta ambición desmedida lo lleva a intentar darse a conocer por todos los medios, a llamar la atención utilizando cualquier estrategia por inmunda que sea. Pero si, en definitiva, nos preguntamos qué es lo que esta ignorancia, esta desorientación y esta ambición de quien (con sus ya casi 30 años) se cree el nuevo Rimbaud canario ofrecen a día de hoy como fruto palpable nos encontramos, ¡oh sorpresa! con un solo libro publicado y con medio libro copublicado a medias con otro medio autor. Esto, más una serie de erráticos apuntes y poemas que sus amigos consideran geniales y que, cuando sus accesos biliares o etílicos le dan tregua, publica cumplidamente en su blog.
Una de las notas distintivas de un ser sectario y fundamentalista es su nulo sentido del humor. Para el humor, se precisa distanciamento, capacidad para desacralizar y disposición para la auto-ironía. Como tales seres carecen de esas virtudes, las respuestas son las esperadas: o los patéticos textos que Francisco León ha dado a conocer en su blog o, en el peor de los casos, poemillas como el reciente de Sergio Barreto, indigno por su grosera calidad de un escritor que se precie.
ResponderEliminarEs difícil lidiar con personajes de esta estirpe. Una opción lícita e higiénica: satirizar (con calidad literaria) su provincianismo intelectual (esas almas liliputienses que se solazan en los ecos que sus vocecillas despiertan en unos y en otros en las soledades de unas peñas perdidas en el Atlántico), su mediocridad objetiva (que una grosera autosuficiencia y una arrogancia de capa y espada delatan). Otra opción consiste en situarnos en un nivel inaccesible para su provincianismo y su mediocridad. La primera opción ya se ha ensayado de forma brillante en estas páginas; la otra, es la que permite el propio blog, cuya categoría intelectual, su altura de miras y su universalidad los deja enmudecidos, achicados, rabiosos… Queda aún una tercera opción: la de escribir, para que sean los libros, las obras las que tengan la última palabra.
Roberto A. Cabrera.
No todos se defienden como quisieran, sino como pueden. Sergio Barreto ha optado por el vómito, y con pretensiones literarias, cuando por la naturaleza de lo que ha expulsado, eso no le ha valido más que para revelar lo que alimenta su cerebro. Francisco León, por el contrario, ha elaborado en su blog una alegoría muy fina, muy bien escrita, literaria en suma. Y eso está bien. Porque a la sátira se le responde con otra. Para el insulto también se requiere talento. Sergio Barreto, exento de él, sólo cuenta, sobre la base de su psicopatía, con los efectos desastrosos de una resaca alucinógena. Leopoldo María Panero, estoy seguro que encantado, lo sacaría del armario a mordiscos.
ResponderEliminar